Cuando tomamos una fotografía buscamos capturar un momento para la posteridad. Mayormente tomamos fotos en situaciones que nos hacen felices y que quisiéramos poder revivir en el futuro. Lo mismo pasa con la grabación de audio: algo tan efímero como la música, y que a la vez nos da tantas alegrías, merece ser inmortalizado.
Es conocido por todos los que están en el mundo del audio y la ingeniería de sonido que grabar una orquesta sinfónica es una tarea que requiere mucha experiencia ya que al tratarse de un grupo grande de músicos hay muchos detalles que pueden hacer la diferencia entre una producción buena y una excelente. Para ello se necesitan varios elementos: un buen estudio de grabación con una acústica óptima, repertorio y arreglos de calidad, un director de orquesta con experiencia, los mejores músicos, un equipo técnico con conocimientos en música sinfónica, equipos de grabación de avanzada y un productor musical que sepa unir la parte artística y la técnica en un resultado homogéneo.
Recientemente tuvimos la dicha de contar con todos estos elementos para un álbum que, en un futuro no muy lejano, dará mucho de que hablar. Como productores no hay satisfacción más grande que la del trabajo bien hecho y mucho más si se cuenta con el mejor equipo y las mejores condiciones.
Isabel Camacho y Justo Morao.
[…] Fuente: skynotestudio.com […]
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